Calentar el agua y el vinagre hasta que casi alcance el punto de ebullición. Romper la cáscara del huevo y disponerlo sobre un platillo. Volcar con cuidado el huevo sobre el líquido caliente y pocharlo procurando que la clara quede cocida y recogida sobre la yema que quedará en el interior cruda. Pasar los huevos escurridos a un recipiente con agua fría para parar la cocción. Hacer esta operación con todos los huevos y reservarlos. Es recomendable no pochar más de cuatro huevos a la vez.

Confeccionar las dos salsas disolver en frío la maicena en el zumo de una naranja. Calentar el zumo de las naranjas restantes e incorporar la maicena disuelta para evitar la formación de grumos. Remover con unas varillas hasta que espese. Reservar la mitad de la salsa en un recipiente y a la otra mitad añadir la menta fresca tapando el recipiente con papel de glasses para que se haga una infusión y la coloree al mismo tiempo. Añadir una yema de huevo a cada salsa, mezclar bien con varillas y reservar.

Rellenar los minivolauvents con una cucharadita de paté. Colocar sobre estos un huevo de codorniz pochadito y napar con la salsa de naranja. Sobre un plato de fondo negro para que resalten los colores hacer una filigrana con la salsa de menta que se habrá colado previamente. Disponer sobre la salsa los minivolauvents napados con salsa de naranja y gratinar en horno fuerte hasta que dore. Terminar de decorar con dos gajos de naranja y servir caliente.