Lo primero que hay que hacer es dejar los garbanzos en remojo 24 horas.
En una sartén sofreír la cebolla cortada a medias lunas, cuando esté transparente, añadirle una pizca de pimentón. Remover un poco y apartar.
En el mismo aceite rehogar los pimientos verdes cortados a rodajas. Cuando estén tiernos apartar.
A continuación, ponemos una cazuela preferentemente de barro al fuego con un litro de agua, cuando rompa a hervir añadimos las cebollas y los pimientos fritos que habíamos reservado. Al instante, incorporamos también las judías verdes y la calabada cortada en dados grandes. Dejamos cocer unos 20 minutos aproximadamente.
Mientras tanto, en una sartén freímos los tomates y los incorporamos junto con los garbanzos a la cazuela.
Dejar cocer todo junto una media hora más.
A continuación servir bien caliente.