Se desgrasa y adoba desde la noche anterior el matambre, con la sal, ajo y vinagre.
Al día siguiente se pone en una asadera al horno, a fuego lento más o menos un 1/4 de hora, y cuando la parte de arriba este blanca, se cubre con la leche cuidando de que tape toda la superficie.
Cuando esta leche se corta y se resume, se le coloca queso rallado y uno o dos huevos batidos, y un chorrito de aceite y se deja en el horno hasta que se dore.