Se cocinan las hojas de repollo. Se amasan la cuajada y el huevo. Se toman una o dos hojas de repollo y se ponen sobre un plato hondo con un poco de cuajada extendida encima y una cucharada de guiso en el centro; se cubre con más cuajada. Se envuelve con las hojas y se amarra con un hilo grueso. Una vez estén todos los indios armados, se ponen en una sartén y se cubren con el caldo, el pan rallado, la leche, sal y pimienta y se dejan conservar hasta que quede una salsa espesa (unos 15 minutos). Se sirven acompañándolos con arroz.
Tomado del libro Gran Cocina Colombiana, de Carlos Ordonez