Limpiar 1 Kg. de ajíes, cocinarlos en aceite hasta que estén casi dorados, escurrirlos y colocarlos en un recipiente, evitando que se superpongan.
Espolvorearlos con abundante azúcar y cubrirlos con vinagre de manzana; cocinar hasta que los ajíes estén tiernos y el líquido del vinagre se haya reducido.
Escurrirlos y servirlos fríos o calientes.