Se amasa bien golpeando la masa, estirándola con el rodillo, partiéndola en pedazos, etc. a fin de que le entre bastante aire, durante por lo menos 1/4 de hora.
Se pone a subir cubierta con un trapo, hasta que doble su tamaño, o sea cuando una bolita, echada en un vaso de agua al terminar de amasar, haya subido (30 a 40 minutos).
Se vuelve a amasar por lo menos durante cinco minutos. Se forman los panes largos y delgados (3), se cortan diagonalmente en la parte superior, se les unta agua por encima y se ponen a crecer durante una hora y media.
Se les vuelve a echar agua encima, y se meten al horno bien caliente(500°). A los cinco minutos se baja la temperatura a 400°. A los 10 minutos se puede abrir para controlar (si se abre antes se aplastan). Se sacan cuando estén bien dorados por encima.