BROWNIE, EL MEJOR EJEMPLO DE QUE DE LOS ERRORES SE APRENDE
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Nada más sencillo y tentador que un brownie y de su sencillez data la historia en cualquier mito que hable de su creación. Brownie viene de la palabra Brown, vocablo inglés que traduce marrón, color característico de este cuadrado dulce y pecador.
La versión de la historia de este postre más difundida cuenta que en el S. XVIII un pastelero neoyorquino olvidó ponerle harina a una torta de chocolate.
Otra versión menos conocida data de 1892 y afirma que los brownies se inventaron en el Hotel Palmer House de Chicago durante la Columbian Exposition, cuando Bertha Palmer, dama de la alta sociedad, pidió un postre para poner en cajas para el almuerzo de las señoras y que éstas no se manchasen las manos.
La ama de casa común que olvidó el polvo de hornear en su preparación de cacao, es otra de las historias del origen del brownie. Lo cierto y es en las que todas las versiones coinciden es que esta chocolatosa preparación es totalmente Americana y de nuestro continente se trasladó a Europa y Japón donde alcanzó toda su fama mundial.
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Más allá de sus orígenes, las historias más nombradas nos demuestran que hasta el más inexperto amante de la cocina puede elaborar un brownie por que es una receta infalible, nacida de un error y como reza el dicho “ de los errores se aprende”.
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